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Post by david company on Jan 3, 2007 8:10:19 GMT 1
De los L.A. GUNS.. como te va el rollo gay ultimamente..
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Post by jmAbellan on Jan 3, 2007 21:11:29 GMT 1
si, te la haré en rosita, para no herir tu sensibilidad... PD. amenazo que voy a Europe (+crónica) ;D Leper messiah
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Post by david company on Jan 4, 2007 19:18:26 GMT 1
Mientras no te vea yendo a Dokken...
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Post by jmAbellan on Jan 5, 2007 19:27:55 GMT 1
nen, ya tengo la entrada para los Europe
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Post by jmAbellan on Jan 21, 2007 21:47:36 GMT 1
Una realidad que parecía un sueño
EUROPE (Sala Razzmatazz, BCN, 19/1/2007)
Ver a Europe en directo para mi era como realizar ese sueño de juventud nunca conseguido, cuando las ganas de hacer las cosas se estrellaban con la falta de recursos económicos.
Ciertamente, la huella que esta banda sueca dejó marcada en una generación de eternos becarios y luego mal pagados treinteañeros, fue muy profunda. Quien no recuerda aquellas chaquetas de cuero, aquellas melenas rubias perfectas. Que niña adolescente no soñó con el amigo Tempesta y sus pantalones ajustados? Y aquel tiriniiiiiiiiiiini???
Iniciaron el concierto dejando claro que Europe no vive del pasado. The gateway plan y Love is not the enemy marcaban un inicio reivindicativo para los Europe del siglo XXI. Un sonido fresco, potente, muy potente sobretodo gracias a la labor de John Norum (excelente en todo momento) contrastaba con una actitud un tanto más conservadora de Joey Tempest, jugando con su soporte de micro blanco (cuanta nostalgia generaban esos movimientos) y rememorando a los Europe adolescentes. Tras un “Bona nit Barcelona” y un “Com esteu?” destinados a ganarse al público local, Europe comenzaron a desgranar su legado. Con suavidad, como una caricia, Mic Michaeli dio paso a Superstitious, tocado con elegancia extrema. Una voz en gran forma de Joey Tempest nos transportaba a los años dorados de adolescencia. Por cierto, John bordó el excelente solo que en su día ideara Kee Marcello. La enérgica Stormwind y Seven doors hotel continuaron exaltando al público que había llenado el Razz aquella noche.
Human after all y el single Always the pretenders continuaron dejando bien presente el nuevo disco. Temas muy hard, muy bien ejecutados, que tenían una excelente aceptación entre el público, permitían mantener un buen nivel de concierto, a pesar de la frialdad y la distancia entre los miembros de la banda. Tan solo Joey Tempest parecía interesado en animar al público, una labor que eso sí desarrollaba con alta maestría, sin caer en posturitas ni actitudes estúpidas. De nuevo Mic abriendo un Sign of the times, ejecutado con un tempo algo más lento que la original composición del gran disco “Out of this world”, pero con una contundencia que no dejaba de hacer mover al público, absolutamente entregado con la banda. Eso sí, aquí John Norum pasó olímpicamente de legados y se fulminó el gran solo del exquisito Kee Marcello, currándose un solo más a su medida.
La excesiva frialdad de la banda se vio acentuada con Let the children play y Forever travelling, temas del nuevo disco que sonaron pausados, muy cautos, aunque excelentemente interpretados por una gran banda. Los Europe no son unos chiquillos, se encuentran a gusto en un hard rock de medios tiempos que manejan con precisión, si bien esta actitud ceremoniosa acentuaba la excesiva distancia que existe entre los músicos. Fueron minutos que sería injusto situarlos en el tedio, pero si que tranquilizaron en exceso al público. Por ello, entre estos temas intercalaron el recuerdo para Wings of tomorrow, el tema homónimo del segundo disco de Europe. Yo personalmente hubiera incluido en el set algún otro tema de este álbum, como la maravillosa "Dreamer" o, puestos a soñar, la potentísima "Scream of anger" (la canción más heavy de los suecos). Hay que decir que el público disfrutó muchísimo con esta canción.
El primer recuerdo para el tercer disco de la banda, aquel de una cuenta atrás, llegó con una impresionante versión acústica de su gran balada Carrie. Tenía mucha curiosidad por ver que tratamiento le iban a dar a las baladas. Europe me sorprendieron muy gratamente. Nada de moñerías ni dulcería a lo Scorpions. Joey, acústica en mano, nos tuvo a todos despistadillos hasta que de sus labios salieron las palabras “When light goes down”, momento en el que el nudo en el cuello no nos impidió empezar a cantar a TODOS esta preciosa canción. Bravo, bravísimo Joey Tempest.
Especialmente simpática me pareció la interpretación del tema Secret society, que me reveló el secreto de esa extraña parte vocal. Mientras Joey cantaba en su tono dulce, Mic por detrás le seguía (que descompensados iban) como buenamente podía. Tengo que reconocer que en el tratamiento vocal de los coros, en general Europe me decepcionó bastante. Tanto por parte de Mic Michaeli como por John Norum. Me esperaba más en ese sentido.
Si bien el concierto se estaba desarrollando por un camino absolutamente correcto, gracias a los grandísimos músicos que son Europe, todo se dinamitó cuando entró en escena el amigo John Norum y su Gibson Les Paul. El egocéntrico Tempest (cuantas veces repitió eso de “my last album”?) dijo que su vida cambió cuando hace unos años conoció a “su amigo” Johnny. Nadie nos creímos demasiado esas palabras que sirvieron para presentar el cumplido solo-guitarra de banda Rock. Pues bien, lo que iba siendo una pirotécnica exhibición de virtuosismo se convirtió, como por arte de magia, en un enorme blues a lo Gary Moore, donde el resto de la banda acompañó a un Norum desatado, frenético, mágico. Y cuando los que somos amantes del buen gusto musical todavía no nos habíamos recuperado de esos momentos de éxtasis, el propio John dio paso a una excelente interpretación de Girl from Levanon, que hizo totalmente suya. Yo ya había perdido la esperanza, a esas alturas del concierto, de escuchar algún tema de aquel maravilloso álbum “Prisioners in paradise”, y mira por donde sonó a lo grande. Toda la banda se lució en este tema, desde Mic Michaeli a Ian Hauglan (inmenso detrás de la batería) y John Leven, que aporreaba un bajo que sonaba contundente y distorsionado hasta límites insospechados. Aunque fue en medio de ese tema donde vi la luz. Joey Tempest tomó un megáfono y empezó a emitir los sonidos más inverosímiles, sonidos que reproducía John Norum con una maestría que alucinaba a los no creyentes y derretía a los seguidores de la magia nórdica del Sr Norum. Antológico.
Europe parecieron olvidar sus rencillas, sus historias y sus rollos, y se lanzaron a interpretar un Start from the dark que sonó divino, su mejor interpretación de la noche. Excelentes coros y bellísima factura. Más madera: Yesterday’s news nos puso a todos frenéticos (otra vez excelente John Norum) para acabar el concierto a lo grande con Rock the night.
Mientras algunos recuperábamos aliento, los músicos se refrescaban para hacer tres bises de lujo: Got to have faith fuertísimo, demoledor. La legendaria Cherokee, donde Joey Tempest recogió una senyera catalana, toma golpe bajo!, y por supuesto el tema que debía cerrar el concierto. Me esperaba que le dieran mucho bombo para introducir esta canción, pero para nada. Empezó a oírse de fondo ese sonido de lanzadera espacial que todos tenemos tatuados en nuestro recuerdo y Mic Michaeli hizo el resto en el sintetizador. No hizo falta que Joey izara su base de micrófono y la hiciera volar entre sus brazos, allí empezó a botar todo el mundo. Si bien Joey estaba cascadillo, su voz no se resintió en ningún momento, y cantó un excelente Final countdown. Un tema tan hortera podría haber quedado en el momento simplón de la noche si no fuera por el solo que se cascó el amigo Norum.
Que subidón, que subidón con este final.
Muy buen sonido, correcta selección de temas, banda cumpliendo. Buen concierto. Tengo que reconocer que Europe no necesitaron nostalgia para convencerme. Gran banda, grandes músicos, lástima que todos sabemos que detrás no hay nada, los músicos están por pasta, y vista la actitud del jefe Tempesta, no me extrañaría que la cosa no dudara mucho más y que John Norum tomara el camino de San Fernando. Hasta entonces, disfrutemos de la música.
La anécdota del concierto, la constatación (bajo una gorra roja) de que la mujer de Mic Michaeli no le fue infiel veinte años atrás!
Coño... y la firma que consiguió el coleguita Isra del disco en solitario de John Norum, que por poco le cuesta un achaque cardíaco!
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